El Profesor "Smarth": Transitando desde los Mitos del uso de las TIC, al Paradigma de la Integración de las TAC.

Texto desarrollo para la Revista Educar: https://www.grupoeducar.cl/noticia/desafio-avanzar-desde-las-tic-las-tac/

La escuela como expresión cultural de nuestra sociedad contemporánea, ha ido permeando poco a poco la integración de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en distintas dinámicas, ya sean estas internas o periféricas a los procesos de enseñanza y aprendizaje que lideran nuestros docentes. Sin duda, representa un avance educativo y una respuesta a las demandas económicas, sociales y culturales que imperan en el orden actual de desarrollo de nuestro país y en gran parte del mundo occidental. Más allá de las apreciaciones que validan el uso de las tecnología, llama particularmente la atención el boom de la mercadotecnia que ofrece lo que se denomina "productos smarth", es decir, una serie de tecnologías que facilitan (y en algunos casos anticipan) los procesos de gestión y producción de información. De allí que llamemos a los celulares "smathphone", a las televisiones con aplicaciones "smartTV" o a las pizarra digitales "smarthboard".

Presenciamos una especie de oda a la inteligencia artificial como si esta fuera a sustituir nuestra propia inteligencia. Pues bien, resulta común observar a distintas empresas de tecnología señalar frases como: "Este software mejorará la gestión del colegio", o "este dispositivo innovará en el aula", o más audaz aún "esta tecnología permitirá mayores aprendizajes en sus estudiantes". Pues bien, es importante descartar mitos que a creado el propio mercado de la tecnología educativa para favorecer las compras de nuevos productos en educación, que están alejados de algunos principios elementales que nos entregan las ciencias pedagógicas. Debemos hacer un ejercicio de claridad conceptual respecto al aporte que realizan las TIC, que bajo ningún punto de vista tendrán impacto sin una comprensión del factor humano que hay detrás de su plena utilización.

No me quiero convertir en un "Pesimista Pedagógico", en palabras de Francesc Pedró, rechazando de forma majadera las tecnologías sólo por el confort que nos genera el estado analógico de la didáctica de lápiz y papel durante décadas, pero si es bueno despejar dudas, respecto al rol del docente en la integración de nuevas tecnologías. Lo que la evidencia científica nos entrega es que el factor metodológico en el uso de TIC es clave para una efectiva mejora en los procesos de aprendizaje, y por lo tanto en la medida en que el docente diagnóstica un contexto, y selecciona técnicas didácticas y métodos, con recursos TIC coherentes a estos, estamos en presencia de un salto cualitativo de calidad. Permítame la metáfora del tablero de ajedrez, en donde efectivamente tenemos una variada gama de piezas de juego con distintas funciones, pero para que logremos el jaque-mate, se requiere de una estrategia que alinea las distintas piezas y conjuga sus movimientos.En el fondo, lo que es clave es cómo el docente piensa de manera estratégica su clase, y observa a las tecnologías como un recurso instrumental alineado a consignas de actividades en donde el estudiante se ve enfrentado a desafíos cognitivos: Un Profesor Smarth.

Otro elemento valioso a considerar son los "movimientos" o las técnicas didácticas con que integraremos las tecnologías. Es oportuno hablar de metodologías activas, en donde el estudiante realiza acciones concretas en el marco de actividades, de allí que resulta valioso hablar de “Aprendizaje basado en Proyectos” (ABP) apoyado con Line.do para líneas de tiempo que guían las bitácoras de esos proyectos, o “Juego de Roles” mediante aulas virtuales como Edmodo.com, o sin duda “Aprendizaje basado en casos o problemas” que son expuestos en infografías hechas en canva.como o picktochart para hacer otros productos como evidencias de construcción de significados. Todas herramientas gratuitas, todas herramientas tecnológicas que por si solas logran muy poco, pero con una pertinente intencionalidad pedagógica pueden generar altos niveles de motivación en los estudiantes, generando alineamiento constructivo entre los presagios curriculares, los procesos didácticos y los productos evaluados.

Cuando una TIC logra integrarse a los procesos de aprendizaje de una manera estratégica por parte del docente, ya no corresponde llamarla así, sino más bien TAC (Tecnología del Aprendizaje y el Conocimiento), porque en el fondo la comunicación ha permitido aprendizaje y la información ha sido interpretada y en consecuencia se ha vuelto conocimiento. Es necesario avanzar desde las TIC a las TAC, con docentes entusiastas no tanto en la pirotecnia técnica de los nuevos cacharros de la mercadotecnia, sino más bien en las metodologías didácticas que sustentan todo proceso educativo de excelencia. Teniendo esta base previa, todo suma, y mucho más cuando agregamos tecnología.


Referencias
  • Pedró (2010) Tecnología y Escuela: Lo que funciona y porque.
  • Cabero (2015) Nuevos Retos de la Tecnología Educativa.


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