E-democracia y brecha política: Ciudadanos de Segunda Categoría en la Era Digital.

"Asistimos a una de las revoluciones 
más extraordinarias de la historia...
Es una revolución centrada 
en las tecnologías de la información
y la comunicación, lo que la hace 
mucho más importante 
que la revolución industrial 
en cuanto afecta al conjunto 
de la actividad humana".
Manuel Castell (año 2000)



En su libro Escuela y Tecnología, Francesc Pedró, comenta dentro de los elementos sociales que justifican la integración de las tecnologías en la escuela el efectivo problema de la "brecha digital". ¿Qué se indica por brecha digital? Principalmente la idea entre aquellos grupos sociales que tienen acceso a las nuevas tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y aquellos que puntualmente no tienen esa posibilidad. A este diferencia de oportunidades de desarrollo social y cultural se denomina básicamente "brecha de acceso" que se le suma aquella otra brecha que tiene que ver con los modos de uso de las nuevas tecnologías. 

Estas implicancias educativas nos proponen una problemática más profunda, y de índole política que me gustaría compartir en este blog, en lo que respecta al perfil del ciudadano en el siglo XXI. Somos espectadores y protagonistas del amanecer de un nuevo modelo de participación ciudadana que se enmarca en lo que los teóricos y cientistas políticos denominan E-democracia. Una definición de este concepto la propone Adelas Dálós-Moner a continuación: "El e-gobierno es ofrecer a través de internet información y servicios. La e-democracia engloba las formas de comunicación entre electos y elegidos y se asocia con votaciones y referendums online. El eProcurement se asocia a la gestión de trámites a través de internet, especialmente compras y ventas". (DÁlós-Moner, 2011)

La definición recogida peca de simplista. Aunque en estricto rigor desde áreas más técnocratas del uso de las tecnologías, se asocia exclusivamente al concepto de e-democracia como formas de comunicación entre "electos" y "elegidos", es más riguroso comprender la e-democracia como la participación activa de e-ciudadanos en todas sus dimensiones. Al igual que se hace un esfuerzo por mostrar el concepto de democracia como un sistema político que va más allá del acto de sufragar, debemos mirar la e-democracia como toda acción que contempla una manifestación de posición política, ya que la naturaleza auténtica de un estado democrático es la libre opción de expresar opinión y ejercer un rol activo de los derechos. Las nuevas tecnologías han fortalecido esta propiedad, como lo indica Jenkins diciendo: «La interactividad es una propiedad de la tecnología, mientras la participación es una propiedad de la cultura. La cultura participativa está emergiendo como la cultura que absorbe y responde a la explosión de las nuevas tecnologías de medios que hacen posible para la media de los consumidores archivar, anotar, apropiarse, y volver a poner en circulación el contenido de los medios de comunicación mediante nuevas y poderosas vías. Un enfoque de la expansión del acceso a las nuevas tecnologías no nos lleva muy lejos si no Fomentamos las habilidades y el conocimiento cultural necesario para implementar esas herramientas hacia nuestros propios fines» (Jenkins, 2006).


Lo complejo está como lo mencionabamos anteriormente en la brecha digital, que se transforma en brecha política. Aunque en lo declarativo se indica de que todos los ciudadanos tenemos los mismos derechos para ejercer una participación activa, lo que han permitido las nuevas tecnologías de la información y la comunicación es agilizar las dinámicas de participación y coordinación de grupos sociales que promueven demandas en la marginalidad del sistema partidista. En un articulo anterior en el cual analizamos el rol de las TEP (Reig)(Tecnologías del Empoderamiento y la Participación) identificamos las implicancias de las tecnologías en la participación ciudadana en el movimiento estudiantil, mediante plataformas en Internet pudimos verificar cómo se recurrían a estas herramientas para generar presión social, coordinación política y fluidez de la información. Por otra parte en otro articulo generamos una propuesta para una actualización de la educación civica en el actual contexto de e-democracia.

La brecha política que se activa entre aquellos que utilizan las tecnologías para su ejercicio ciudadano y aquellos que no lo podemos observar mediante el siguiente cuadro comparativo:

Elaboración propia. Fernández, Elio. (2013)

Esta actual ventaja entre ciudadanos conectados y no conectados puede desajustar los equilibrios que necesariamente debe tener un sistema democrático. Hemos visto con claridad como nuestros representantes se han visto obligados a utilizar estas nuevas plataformas para poder ser participes del debate y estar al tanto de la opinión ciudadana, lo que claramente ha significado que esten vulnerables a un acountability instantáneo de sus seguidores o detractores. Las pautas temáticas de los medios masivos también han sido alteradas por la potencia de la opinión ciudadana que se expresa en los nuevos medios sociales.

La necesidad de poder fomentar el uso de las tecnologías para el empoderamiento y la participación ciudadana en una buena comprensión de un modelo de e-democracia resulta esencial en el actual contexto que proponen estas nuevas formulas de comunicación. No podemos mantener las mismas lógicas tradicionales de participación en contraposición a las dinámicas políticas que se expresan en las plataformas sociales en la actualidad. El debate se enciende en la redes y hay ciudadanos que definitivamente no tienen idea, cuestión que los segrega a una participación secundaria en las discusiones que definen las decisiones que proyectan a una sociedad. Evitar esta brecha entre ciudadanos de primera (con TEP) y segunda categoría (Sin TEP) sólo se logrará en la medida en que se generen procesos educativos que por una parte promuevan el acceso a los recursos tecnológicos y por otra parte fomenten un modo adecuado de su uso en donde se visibilicen principios éticos que parecen no estar muy nítidos en la convivencia virtual de los usuarios/ciudadanos en red.
Bienvenidos ciudadan@s a la plaza pública!



Referencias


- Castells, Manuel (2009) Comunicación y Poder. Alianza Editorial. Madrid.

- d’Alòs-Moner, Adela. “E-gobierno: ¿modernización o fosilización de la administración?”. El profesional de la información, 2011, mayo-junio, v. 20, n. 3, pp. 245-249.

- Henríquez M. (2011). Clic Activismo: redes virtuales, movimientos sociales y participación política. http://web.upla.cl/revistafaro/n13/art04.htm

- Ramiro, Mentxu. (2005) E-participación ciudadana y Edemocracia. Ponencia en el Congreso Derecho TICs en Valencia. http://es.slideshare.net/mentxu10

- Sherri H. Culver - Thomas Jacobson (2012). Alfabetización mediática como método para fomentar la participación cívica. Revista Comunicar. 



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